Cómo la conexión entre estética y usabilidad puede potenciar nuestras ventas: hablamos de la relación entre interfaz y experiencia de usuario
En cualquier diseño de interfaz y experiencia de usuario, la estética y la usabilidad deben ir de la mano. Una convivencia en completa armonía de estos dos requerimientos aportará lo mejor de cualquier producto digital a nuestros usuarios.
Es posible que hayamos visto en algunos libros o artículos, que la estética de un diseño afecta a la percepción de usabilidad y que los usuarios son más tolerantes con pequeños errores de usabilidad si el diseño de la interfaz es visualmente atractivo, pero esto solamente es un mito.
Pero para entenderlo mejor mencionaremos los tres niveles de diseño de los que habla Don Norman, conocido por todos en el ámbito de la usabilidad y la ciencia cognitiva.
Disponer de tres niveles de diseño significa que, cuando analizamos una web, podemos tener tres puntos de vista distintos pero a la vez complementarios.
Entendiendo la conexión entre interfaz y experiencia de usuario: los niveles del diseño emocional
Visceral
Lo quiero, se ve bonito y quiero usarlo.
Este nivel es el que atrae nuestra atención, el que genera las primeras emociones hacia un producto digital. Sería lo que conocemos como el “amor a primera vista”.
El diseño visceral es la apariencia, el placer meramente estético. Un diseño de interfaz con el que los consumidores se identifican con la marca y su propia estética. En este sentido es algo que suele tener más fuerza en sectores como la moda, el lujo o el turismo.
Conductual
Lo domino, me hace sentir inteligente.
Tiene que ver con las sensaciones que nos provoca una web al utilizar y navegar por ella, si la experiencia es homogénea o si, por lo contrario, tiene puntos de fricción. Cuando un diseño está bien elaborado y es funcional, sentimos que estamos consiguiendo el objetivo, nos hace sentir inteligentes.
Por tanto un diseño conductual debe estar centrado en la facilidad de uso, la efectividad y el placer que nos puede generar navegar por este sitio web. Una web que sea totalmente funcional e intuitiva. De nuevo, aquí radica la importancia de tener un diseño de interfaz y una experiencia de usuario que trabajen a la par.
Reflexivo
Me complementa, cuento historias sobre el producto en mi vida.
Es cuando se proyecta el impacto que puede tener en nuestras vidas esa web después de haberla usado, o como nos hace sentir los valores vinculados a ella. Qué mensaje o valores transmite la web. Un diseño reflexivo se basa en construir un relato alrededor del producto o de la marca y que en los valores que represente haga que nos sintamos identificados.
Pero, ¿cómo aplica todo esto que hemos visto?
Una web estéticamente atractiva y que es fácil de usar puede mejorar significativamente las ventas de cualquier ecommerce por varias razones que indicamos a continuación:
Una primera impresión positiva
La estética de una página web será lo primero que los usuarios verán al aterrizar en ella y por ello debe tener un diseño de interfaz atractivo y muy visual. Un look & feel trabajado, en relación a lo que debe trasladar la marca, y por tanto su web a sus propios usuarios, puede garantizarnos esa primera buena impresión.
Por regla general, un diseño atractivo transmite profesionalidad, confianza y seriedad, lo que puede hacer, por un lado, que nuestra tasa de rebote sea menor y, por otro lado, que los usuarios permanezcan más tiempo en ella.
Reducción de la tasa de rebote
Como comentábamos en el punto anterior, un diseño atractivo y funcional puede ayudar a reducir la tasa de rebote del site. Cuidando la estética de la interfaz y la experiencia de usuario nos aseguramos que los usuarios permanezcan más tiempo, que puedan navegar con facilidad y, por tanto, aumentan nuestras posibilidades de conversión.
Aumento de la retención
Realizar un buen trabajo de user interfaz y user experience permite que el resultado sea un diseño atractivo y fácil de usar, lo que fomenta que nuestros usuarios regresen a la web incluso si en su primera visita no realizaron una compra. Una buena usabilidad y estética también puede motivar a los usuarios a explorar más el sitio y navegar durante más tiempo, aumentando en este caso el tiempo de permanencia en la web.
Mejora de la experiencia de usuario
Un proceso de compra intuitivo o un site en el que la navegación es fácil, no es más que el resultado de un diseño claro, y sencillo que facilita la búsqueda de productos o de información y que, por tanto favorece a una buena experiencia de usuario. Pensar en todo esto desde el principio evita que nuestros usuarios se frustren o que abandonen el sitio web.
Si el proceso de compra es sencillo y está perfectamente estructurado, los usuarios son más propensos a completar la compra. En definitiva, un diseño bien pensado, atendiendo a los usuarios, reduce pasos innecesarios y hace que todo el proceso de checkout en un ecommerce sea más ágil y eficiente.
Ventaja sobre la competencia
Diferenciarnos de la competencia en mercados que están saturados de oferta es importantísimo. Por ello, un diseño web que sea atractivo y con facilidad de uso puede marcar la diferencia entre que un usuario permanezca en tu página o se vaya a la competencia. Si tu website destaca visualmente y es eficiente es muy probable que marque la diferencia.
En resumen, cuida la estética de la interfaz y contribuye a la experiencia de usuario
Si cuidamos la estética y la usabilidad de una web, no únicamente haremos que nuestros usuarios disfruten más de su experiencia en el site, sino que también facilitaremos procesos de compra, mejoraremos la retención, reduciremos las tasas de rebote y, por último y no menos importante, mejoramos la conversión, ya sea con aumento de ventas o de leads. Un diseño cuidado estéticamente y funcional es una inversión clave en la conversión de visitantes en clientes o leads.
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